Una característica particular del metal es que es maleable lo que nos permite tener una amplia gama de adornos y accesorios. Es por esto que las lámparas de techo de metal las podemos adaptar a diferentes estilos como rústico, animalista, moderno, entre otros, incluso imitan al hierro forjado, siendo una alternativa accesible. Sus diferentes acabado brindan estilos sobrios y elegantes, así como coloridos y modernos. No olvidemos su gran resistencia al uso y paso de los años.
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Diferentes estilos, un sólo material
El metal según sus diseños y acabados nos brinda diferentes posibilidades de decoración, por ejemplo:
- Para un estilo rústico no dudes en lámparas colgantes con acabado envejecido.
- Si buscas un estilo más sencillo como el nórdico o minimalista, las líneas con trazos simples y figuras geométricas bien definidas debes estar hechas de varillas o barras de metal con acabado cobrizo, dorado o natural.
- Un estilo clásico se consigue con una combinación que no tiene fallas, negro por fuera y blanco por dentro de la lámpara, pero si buscas contraste o toques de modernidad, puedes reemplazar el blanco con algún color de preferencia.
- Las lámparas de techo con rejillas de metal son parte de un estilo moderno y original, se puede mantener un acabado natural o de colores.
- No podemos dejar de lado las lámparas tipo araña, un clásico que no pasa de moda y que puede ser más liviano, pero igual de resistente que el hierro forjado.
Las lámparas de metal necesitan una limpieza adecuada
Aunque no estén en contacto con nosotros todas las lámparas de techo necesitan una limpieza profunda en simples pasos
- Asegúrate que la corriente este apagada y saca los bombillos de su lugar.
- Retira el polvo con un paño, pero sin frotar fuerte para evitar rayones.
- Pasa suavemente un trapo con agua y jabón sin afectar la parte eléctrica.
- Elimina los residuos de jabón con y seca con un paño suave.
Si lo que queremos es eliminar manchas, entonces hay que considerar el material del que están hechos, a diferencia del hierro lacado, los demás necesitan tratamiento especial.
Toma en cuenta los siguientes consejos caseros con cuidado:
- Si tu lámpara es de aluminio, utiliza una mezcla de alcohol y aceite de oliva.
- Si esta hecha de latón, un poco de zumo de limón le vendrá bien.
- Cuan la lámpara es de bronce usa limón y bicarbonato sódico
- hierro lacado solo los primeros pasos
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